viernes

Buenas noticias para la gente que ama las malas noticias.

Everybody's changing and I don't feel the same. He tenido que desechar la mítica canción de Keane que me lleva acompañando años. I feel the same. Todo está cambiando rápido, demasiado rápido. El tempo de mi vida se ha acelerado de forma inexplicable. O no. Dicen que cuando eres feliz el tiempo pasa más deprisa. Y esto si que es un cambio.
Es como si de repente todo encajase. Y siento como si en los últimos dos años hubiese intentado encajar la pieza del puzzle en el hueco equivocado. Y estaba tan completamente cegada que no veía que tenían distintas formas. Y ahí estaba yo, empecinada, como un burro, intentando meter un círculo en un pentágono y preguntándome qué es lo que estaba haciendo mal.

Os voy a ahorrar el cúmulo de despropósitos que vino después. Lo de rizar el rizo se inventó por gente como yo y el penoso espiral de autodestrucción y masoquismo en el que me gusta convertir mi vida repitiendo historias una y otra vez, metiendo cada vez más clavos que no sacan absolutamente nada, poniendo parches y creando una copia de una copia de una copia.
 Y claro, cómo narices iba a cambiar nada así.

"Enhorabuena, estás a un paso de tocar fondo" decía Tyler Durden en El Club de la Lucha, y al fin y al cabo es todo lo que tuve que hacer. Hundida en la mierda más absoluta te agarras a un clavo ardiendo, y el clavo resultó ser el pentágono. Y ahora todo encaja.

Excediéndome ya en las citas, decía un empalagoso anuncio de hace algunos años "a veces lo buscas está tan cerca que cuesta verlo" y vaya que si estaba cerca. Es curioso como terminan saliendo las cosas... sin hacer ruido, sin forzar, sin drama. Sin drama, quién me lo iba a decir. Yo había terminado por aceptar que el drama era parte inalienable de mi vida. Que estaba dentro de mí como, que os digo yo, los leucocitos. 
Es increíble como le ha ganado la partida, de una vez por todas, la paz y la armonía. Y es genial estar bien cuando dices que estas bien. Y que el blanco sea blanco de verdad, poder ver la realidad y que te guste. Ya no hay vestido, ni hay Ashley. Solo es Rhett, sacándote del fuego de Atlanta, y que con su fantasía arda. 


Ya solo queda acabar con las viejas costumbres, que deje de alzar murallas y de esconderme en mi caparazón. Que no es malo mostrar algo de vez en cuando. Que deje de tapar mis debilidades con el sarcasmo más mordaz. No te pongas zancadillas. Que ya no te valga nunca más el "no eres tú, soy yo", no seas tú, no en este sentido. Ni el "me has conocido en un momento extraño de mi vida", llevas cinco años en un momento extraño, ya vale por favor. Déjate de excusas, se feliz de una puta vez. Permítetelo. No tengas miedo. Deja que fluya. Disfruta. 
Intento haceros caso, os lo prometo.




Y bueno
a ti, obrigado.



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