domingo

Dramamine



Te echas a temblar frente a una hoja en blanco. La sombra te persigue, cierras los ojos y sigues viendo fantasmas. Sostienes tu vida como un castillo de naipes inestable, sabes que falta la pieza clave, ¿dónde está el pegamento? 
¿Cómo vas a salir vivo de ésta? Los cimientos se tambalean. A penas puedes respirar. Suplicas no empezar a hiperventilar. El miedo te paraliza, no sabes dónde estás, no puedes pensar. Te han encerrado. Solo hay oscuridad y gritos. En un momento de fugaz fantasía piensas algo así como: "¿dónde está el dementor?"
No existe el tiempo. Su concepto carece de sentido. Solo puedes correr, correr, sabiendo que en realidad estás completamente quieta. Notas la garganta seca. Intentas llorar pero no recuerdas como se hacía. 
Sabes el nombre que tiene esa oscuridad, pero no puedes hacer nada contra ella. Es demasiado fuerte. Tú la has alimentado. Yo la he alimentado.
Es inmensa. La batalla está perdida.